Más blogs sobre historia y patrimonio histórico de México

Como mis cuatro lectores conocen, cada tanto comento las novedades blogueras (o alternativamente, no tan recientes que han llamado mi atención), dedicadas a la historia y el patrimonio histórico de México. No es un listado exhaustivo,  obviamente, porque mucho de lo que por ahí aparece es poco original, y simplemente copian y vuelven a copiar lo ya existente en la red. Sigo los blogs que me parecen interesantes (gracias a un compilador, The Old Reader) y de vez en cuando coloco el vínculo de algunas de sus notas en la página Facebook de H-Mexico.

VerxAntiguo

Veracruz Antiguo, de Uluapa Sr,  comenzó en octubre de 2009 con la intención de comentar y transcribir documentos históricos de la región del Papaloapan. En fechas recientes se ha dedicado al pasado de la ciudad de  Veracruz, con buen estilo y conocimiento de causa, así como al conflictivo presente de este patrimonio histórico.  Incluye también una interesante sección de fotografías antiguas, y secciones temáticas sobre «Invasión y ataque pirata. Nueva Veracruz, 1683», «Nueva Veracruz: Ciudad de Tablas»  e «Historia de la Alameda Díaz Mirón»

Tlamatqui

Tlamatqui (definido aquí como quien «cumplía el rol de hombre sagrado y servía de intermediario entre los entes sobrenaturales y los humanos») comenzó en julio de 2010 con notas sobre temas generales de historia. Nada consta sobre el autor.  A mediados de 2012 este blog  se especializó en la publicación de documentos históricos, tomando las efemérides como pretexto. Es  una buena idea,  porque no hay otra publicación equivalente con el mismo propósito; y a veces se nos olvida que nuestro pasado documental no se limita a los «clasicos» del género, repetidos una y otra vez. Hasta donde he leído, no se trata, de textos inéditos, pero sí poco conocidos y de difícil ubicación en bibliotecas.

GdesCasas

Rafael Fierro Gossman es el autor de Grandes casas de México. Es un arquitecto, profesor de la Universidad Iberoamericana,  que publicó La gran corriente ornamental del siglo XX. Una revisión de la arquitectura neocolonial en la ciudad de México (Fondo de Cultura Económica, 2007). Las notas se ocupan, con conocimiento y recomendables fotografías, de las mansiones construidas (o reconstruidas) en la ciudad de México en la época del porfiriato o la pos revolución, de estilo afrancesado, neocolonial, ecléctico o funcionalista. El autor también tiene otro blog de tema afín, sobre el barrio de Polanco, un lugar que en su momento fue avanzada de la modernidad arquitectónica.

Si le interesa conocer el conjunto de blogs activos con estos temas, acuda aquí. En caso de que haya alguno que le parece debería incluirse, déjeme una nota en los comentarios.

Las maravillas patrimoniales del mundo, según Google

Con cierto bombo y platillo Google presentó hace algunos días  su plataforma Maravillas del Mundo (World Wonders Project), en colaboración con la UNESCO, el World Monuments Funds y Cyark Project. La plataforma procura poner a disposición de cada computadora conectada a Internet los lugares declarados patrimonio de la humanidad, tanto por razones históricas como ambientales.  Para ello reúne la conocida tecnología Street View, modelos 3D y otros recursos, como fotografías y videos tanto de sus asociados como aquéllos que han publicado (en Panoramio)  los propios usuarios de Google.

Uno de los propósitos declarados es el educativo. En este sentido, ofrece a los profesores de educación primaria y media una serie de sugerencias didácticas, y presenta varios «paquetes pedagógicos» para cada sitio, con información y posibles actividades en clase.  Seguramente habrá críticas y objeciones (entre ellas, que aun no hay nada para Latinoamérica), pero sin duda se agradece la buena intención.

Así planteado, esta plataforma resulta muy atractiva. Su exploración, sin embargo, no presenta muchas novedades. En realidad, bien podía haberse llamado «lo mejor de Google Street View»,  puesto que las diferentes imágenes ya estaban disponibles. Tampoco ofrece algo que hace tiempo esperamos: recorrer el interior de muchos de los monumentos que figuran en este catálogo de famosos sitios. En algunos casos es posible, pero en su mayor parte aun no es así, ya sea por reticencias de las autoridades responsables de estos tesoros patrimoniales o bien por dificultades técnicas (el «triciclo» utilizado por Google para fotografiar callejones e interiores de edificios debe tener algunos comprensibles problemas donde hay escalones….)

La otra cuestión es que el título inevitablemente trae a la memoria la «jerarquía» de los espacios patrimoniales, y en particular las estériles pero enconadas competencias para definir cuáles son las «maravillas del mundo moderno». Es algo que atrae protestas y desconfianzas, porque cada país considera más importantes las suyas. Ocurre que en estas «maravillas según Google» existen ciertos sesgos:  para Asia hay una gran cantidad de  fascinantes sitios en Japón, se incluye el centro antiguo de Jerusalén…y nada más.  Inglaterra, Italia y España están muy bien representados, mientras que de Alemania (un país en el que Google ha enfrentado infinidad de problemas legales)  solo hay dos sitios.  En Norteamérica,  México tiene más espacio que Estados Unidos, mientras Sudamérica está pobremente incluida, con  sólo tres lugares en Brasil.  Hay algo de Australia, pero África ni siquiera aparece.  Seguramente no es que en Google no hayan sido conscientes de estas desigualdades en el contenido de su plataforma, pero parecen haber decidido que ya era tiempo de presentar lo disponible al público, y de paso ocupar un «nicho» virtual antes de que alguien más lo hiciera.

Desde luego, no hay que subestimar la ambición de Google de documentar y fotografiar el mundo.  En cierta manera,  «Maravillas del mundo» es una formal declaración de ambiciones iconográficas universales. Y en este caso, no tengo mayores objeciones.

Museos en Google Art Project: desarrollo, perspectivas y ambigüedades

El Google Art Project compila y presenta en línea desde febrero de 2011 imágenes de sorprendente precisión y detalle de obras de arte de diversas galerías y museos de todo el mundo, así como visitas «virtuales» a estas instituciones. Inicialmente incluyó obras del Metropolitan Museum of Art (Nueva York), la Galleria degli Uffizi (Florencia), el Rijksmuseum, el Museo Van Gogh (Amsterdam), el Hermitage (San Petersburgo) y un puñado de otras instituciones en Europa y Estados Unidos. Acaba ahora de presentar una notable y explosiva ampliación:  abarca más de  30 mil obras pertenecientes a 151 museos, establecidos en 41 distintos países. En el caso de México, cuenta con pinturas, esculturas, cerámicas y otros objetos  del Museo Nacional de AntropologíaMuseo Nacional de Arte, y los museos  Dolores Olmedo y Casa Azul – Frida Kahlo. Otras instituciones disponibles, de interés particular para el estudioso de la historia y la antropología latinoamericanas son el Museo del Oro (Bogotá), el Museo del Arte (Lima), el Musée du Quai Branly (París). Notablemente, están ausentes algunas de las grandes instituciones, como el Louvre o el Museo Británico.  Pero si la experiencia del caso paralelo de digitalización de libros es aplicable (como parece), habrá una fuerte presión para que estos museos se unan al proyecto de Google o bien establezcan su propia versión «virtual».

En el caso mexicano, existen aun ciertas limitaciones: la «visita virtual» (similar a Google Street View, que da la sensación de recorrer físicamente los pasillos, con imágenes de 360´) solo está disponible en el MNA, y las imágenes en escala  «gigapixel«, de mayor definición, únicamente se aplican a una pieza, la llamada «Piedra del Sol» (de la cual, de esta manera, puede verse detalles que a simple vista no podrían bien apreciarse en el mismo museo).

El Museo Nacional de Antropología en Google Art Project
El Museo Nacional de Antropología en Google Art Project

Además de la imagen, el lector puede consultar una ficha técnica con datos sobre la obra, autor, material, datación y alguna breve información, todo disponible en 18 idiomas. Puede asimismo crear su propia «colección «virtual», ya sea pública o privada, o compartirla con la red de Google+ Varios filtros (por país, título de la obra, materiales) facilitan la ubicación de obras (por donde se halla, por cierto, que hay piezas mesoamericanas en lugares insospechados, como el Denver Art Museum).

Hay aspectos detrás de este fascinante proyecto que ameritan algunos comentarios. El primero es la relación entre Google y las instituciones participantes. Al parecer (según alguna nota periodística, porque no hay información oficial disponible), las imágenes digitalizadas pertenecen a cada museo,  y el gigante de la cibernética realiza los recorridos «virtuales» y brinda asesoría en las tomas de «gigapixel» (como puede verse en el siguiente video).

Cada institución decide que obras se incorporarán al proyecto. Hasta aquí, en lo que puede apreciarse, todo resulta muy equitativo y amistoso. De hecho, los directores de los museos mexicanos parecen bastante entusiasmados con la idea.

Por otro lado, resta la cuestión de qué puede hacerse libremente con estas imágenes. No hay en Google Art Project indicaciones muy claras sobre lo que constituya «buen uso». Por defecto, es de suponer que se aplica el régimen legal de cada país  (cuál sea, por ejemplo, el de Australia, es algo que desconozco) y la normativa de cada institución (que puede ser muy variable). En la citada nota periodística, Hilda Trujillo, directora del museo Casa Azul – Frida Kahlo, comentó (en referencia a las obras de Kahlo y Rivera) que

Escanear una obra de arte es algo que se podía hacer desde hace mucho tiempo. Seguirá restringida la comercialización, y quien se atreva a lucrar con las obras sin pagar se enfrentará a quien detenta los derechos que es el Fideicomiso del Banco de México.

Diana Magaloni, directora del MNA, consideró por su parte que “Es normal que las obras salgan por el mundo y los originales son absolutamente reconocibles. Todo se puede usar si se pagan los derechos”.

Todo esto es muy interesante, pero bastante impreciso. Puesto a hacer suposiciones, pensaría que el uso educativo (en un salón de clases, o una conferencia) es más o menos seguro, pero la inclusión en una página web o una publicación académica es terreno más incierto e inestable. La legislación sobre «derechos de imagen» es, en todo el mundo,  caótica y tecnológicamente obsoleta. Es algo que  probablemente entretendrá a juristas y legisladores por un buen rato.

Por lo pronto, hay decenas de museos y  cientos de imágenes para descubrir y explorar. Un verdadero banquete iconográfico, disponible en el teclado de cada computadora conectada a internet.

Historypin: las fotos históricas puestas en el mapa

La «geolocalización» o «geoetiquetado» de fotografías tiene ya algunos años (es una opción estándar en muchos sitios, como el popular Flickr). La combinación de esta idea con Google Earth/Google Maps ya existe, mediante Panoramio.  Era cosa de tiempo para que la idea se extendiera a las fotografías e imágenes históricas, como ocurrió en 2008 con el agregado de la Rumsey Historical Maps Collection (para utilizarla, en Google Earth, debe acudirse a la sección «Galería» y activar la sección correspondiente).

Historypin ha combinado estos recursos con la creación de una aplicación abierta a todo público.

Como puede apreciarse, la idea básica es recurrir a los mismos usuarios para que «suban» fotografías antiguas que son seguidamente «georeferenciadas» (o colocadas con un «pin» en el mapa), de modo que puedan verse en Google Street View, sobrepuestas a los edificios  y lugares contemporáneos. Como muchas buenas ideas, es tan simple que resulta sorprendente que a nadie se le hubiera ocurrido antes. Obviamente, la ejecución práctica de esta iniciativa requería de inversiones, planeación y adecuaciones técnicas que pueden ser complejas. El producto final que ofrece esta aplicación es a la vez sencillo,  sofisticado y atractivo (ver la reciente y muy comentada «colección» sobre el jubileo de la reina de Inglaterra, y en el siguiente ejemplo su visita a París, en 1957).

El buscador de Historypin permite ubicar regiones, o  ciudades, y refina luego los resultados con una «línea del tiempo» o por «temas».

Las posibilidades son ciertamente muy interesantes, como puede apreciarse en el siguiente ejemplo:

Esta fotografía está registrada como «Tlalpan cadets approaching palace», atribuida a los años 1914-1916, procedente de la Library of Congress, Prints and Photographs Division, Washington, D.C.  Como puede verse, el producto es visualmente muy llamativo, ubica en el espacio los acontecimientos históricos, y señala los cambios y continuidades en el paisaje urbano.

Evidentemente, el éxito de estas aplicaciones dependen de  la aceptación, colaboración y reconocimiento del público.  Hay en este proceso una especie de «masa crítica»: cuando los recursos existentes ya son bastante numerosos, los demás comienzan a agregarse fácilmente. Historypin ha hecho el esfuerzo para atraer proyectos colectivos, escuelas y museos, con algún limitado éxito en Inglaterra, su país de origen.

Para México, por ahora, no hay más de un centenar de fotografías en el mapa, por lo cual su utilidad es aún limitada. Sin embargo, los fondos de fotografía histórica en nuestro país son muy vastos (pensemos en la Fototeca Nacional del INAH, el Sistema Nacional de Fototecas, y el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM). Ya sea con Historypin o con algún otro sistema equivalente, la idea de georeferenciar estos recursos y combinarlos con Google Street View parece pertinente y muy atractiva.

La Hemeroteca Nacional de México, finalmente en línea

Después de un largo, complicado y tortuoso proceso, la Hemeroteca Nacional de México (custodiada por la UNAM) está finalmente en línea en este sitio.  Se trata de un acervo de más de nueve millones de imágenes correspondientes a 947 títulos de publicaciones periódicas mexicanas desde 1722 hasta principios del siglo XX. Aun no son todos los fondos antiguos de la institución; es algo que al parecer irá incorporándose paulatinamente.

La interface permite búsquedas de «cadenas de texto» en opciones «básica» y «avanzada» (búsqueda por año y por publicación). El lector se evitará algunos problemas si consulta la página de ayuda. El resultado presenta algunas dificultades para «visualizarse» en Firefox o Chrome; al parecer está configurado para Explorer. También, la forma de agrandar la imagen (algunas aparecen en tamaño muy reducido de letra) no es evidente; desde luego, es siempre posible recurrir a las opciones generales del navegador.

Detalles técnicos (y menores) aparte, este es un recurso que ha sido largamente esperado, y que representará un valioso auxiliar para la investigación histórica.

El INAH y su asociación con Google: beneficios y políticas institucionales

El Instituto Nacional de Antropología e Historia continúa incesantemente ampliando su muy notable presencia en web,  en particular mediante su asociación con Google. Acaba ahora de presentar una  capa o nivel para la aplicación Google Earth, con la cual además de ofrecer un nuevo servicio, puede enlazar entre sí un amplio conjunto de desarrollos anteriores (paseos «virtuales», micrositios de cada museo o sitio arqueológico, maquetas en 3D realizadas por distintas personas en un concurso, infografías, un canal en youtube).  Como una imagen resulta más clara que una larga descripción técnica, véase el siguiente video.

El único pero es que se da como obvio que el usuario conoce que debe instalar  «Google Earth» en su computadora, y asimismo obtener un pequeño archivo KML, disponible por ahora en la página principal del INAH.

La oferta de recursos de este proyecto  seguramente va a crecer, dado que el INAH ha  ha anunciado que próximamente el triciclo de Google Street View filmará en «imágenes circulares», a nivel del suelo, muchas zonas arqueológicas.

La evolución aquí presentada es interesante, además, en términos de política institucional. En efecto, el INAH se ha asociado con Google, con buenos resultados.  Por su parte, otra gran institución nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México, ha optado por vincularse con Microsoft.  Es algo que tiene ya un par de años y cuya manifestación inmediata fue la oferta a las decenas de miles de estudiantes universitarios de programas de esta corporación, a precio reducido. El siguiente desarrollo fue la reciente entrega del manejo del sistema de correo universitario a Microsoft, abandonando el propio.

La nueva pantalla de ingreso a Correo UNAM
La nueva pantalla de ingreso a Correo UNAM

Como ocurre con todas las decisiones de este género, todas tienen sus pro y sus contras. No es cuestión de declaraciones de principios, sino de resultados, riesgos y beneficios concretos.  Habrá que ver, con el tiempo, que resulta de las  opciones adoptadas por ambas instituciones.

Nuevos blogs y nuevos blogueros

Desde hace algunos años sigo (con la eficiente ayuda de Google Reader) los  blogs sobre historia y patrimonio histórico. Para efectos prácticos, he creado dos carpetas: una con los blogs activos y otra con los que han dejado de estarlo, o que publican artículos de forma muy esporádica. Con el tiempo, esta segunda carpeta ha llegado a estar casi tan  poblada como la primera….Por eso me resulta muy satisfactorio dar cuenta  ahora de varios  blogs nuevos (o, como se verá, «renovados»).  De la noticia de varios de ellos debo agradecer a David Carbajal López, autor de Ayer y hoy de la Iglesia Católica, una de las  más recomendables presencias en la «clíosfera».

Clioscopia, es un proyecto de Eder Gallegos, un egresado de la Universidad Veracruzana que actualmente cursa una maestría en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla.  Su blog se inició  con el propósito de dar respuesta a «la creciente necesidad de espacios de divulgación, crítica y producción historiográfica sobre temas novedosos y enfoques desenfadados». Desde septiembre de 2010 se ha dedicado a temas variados de historiografía, con varias notas más específicas sobre historia militar.

Paulo C. es el autor de Un historiador y sus viajes. Comenta que es licenciado en Historia, maestro en Geografía Humana y que «Me gusta mucho conocer lugares, personas, datos históricos y demás cosas que nos han conformado e integrado a lo largo de los años.» No es un blog nuevo, porque fue creado en  abril de 2008. Las entradas fueron esporádicas en sus primeros tiempos, pero desde el pasado mes de junio ha publicado con regularidad sobre paisajes provinciales, crónicas de viajeros y patrimonio arquitectónico,  con profusión de buenas e interesantes fotografías capturadas en sus recorridos por el escenario veracruzano.

Ignativss’ blog! (así, tal cual, es el título), de Luis Ignacio Sánchez Rojas, está dedicado a «Historia, política, tecnología, ocio, etc… » lo cual parece anunciar contenidos muy misceláneos. Sin embargo, desde su reciente aparición (agosto de 2011) ha  mostrado una inclinación hacia la historia militar,  la historia de la violencia y la criminalidad en México  y no evade temas de urgente actualidad.

Habrá que seguirlos. Iré dando noticia de sus entradas más interesantes en la página Facebook de H-MEXICO.


Nuevas «visitas virtuales» a museos

El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CONACULTA) ha inaugurado oficialmente recorridos «virtuales» a varios de sus museos: el Palacio de Bellas Artes, Museo Nacional de Culturas Populares, Museo Casa de Carranza y Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos. El anuncio parece haberse planeado para que coincidiera con el último día del ciclo escolar  en México y se ha presentado como «Museos para las vacaciones», supongo que con la laudable esperanza de que los escolares dediquen su tiempo libre a visitar estos establecimientos.

El magnífico vestíbulo del Palacio de Bellas Artes
El magnífico vestíbulo del Palacio de Bellas Artes

Aunque se anunció que para finales de 2011 se incluirían el Museo Mural Diego Rivera, el Museo de Arte Carrillo Gil y el Museo Nacional de Arte (MUNAL), cuando escribo esta nota estas visitas (o al menos parte de ellas) ya estaban disponibles a través de la página del Instituto Nacional de Bellas Artes. Lo mismo ocurre con los recorridos a otras  instituciones no mencionadas, como el Museo Nacional de San Carlos, el llamado X-Teresa Arte Actual, el Museo Nacional de la Estampa, el Museo Tamayo y el Museo de Arte Moderno, de Chapultepec, entre otros.

La presentación requiere algunos comentarios. La referencia general al respecto es el Google Art Project, que  utiliza los mismos recursos que Google Street View. Esto es, se puede «caminar» por los pasillos de los museos, deteniéndose cada pocos pasos para ver la cambiante perspectiva, y apreciarse muchas de las obras más importantes en imágenes de un gran e impresionante detalle.

Google Art Project
Google Art Project

En el caso de Conaculta-INBA, se trata más bien de fotografías «esféricas»,  que permiten visualizaciones de 360· desde un punto fijo, central. Desde luego, no es fácil contar con recursos técnicos y económicos equivalentes a los de Google.

Por otro lado, se ha tenido el buen sentido de incluir fichas técnicas de las obras más relevantes, así como un audio de razonable extensión sobre su historia y principales características.  Quizás hubiera sido más interesante que, en lugar de dejar esta función a un locutor «en off», se ocupara de la exposición un especialista en el tema, con imagen y audio. Es algo que, ciertamente, aun podría incorporarse.

Un problema técnico subyacente es uno con el que me he encontrado con frecuencia: los ingenieros a cargo del desarrollo de los proyectos suponen que todos los usuarios tienen (o deberían tener) equipos de última generación, con acceso de alta velocidad a la web y los últimos juguetes tecnológicos puestos al día. Es el caso donde se ofrecen visualizaciones de «realidad aumentada» (en 3D), que requieren que el interesado tenga la última versión de flash, descargue  un «código» o instale un programa (cosas estas últimas que un usuario precavido hace con mucha renuencia).

En algunas notas se habla del conjunto de estos recorridos como una «red» de visitas virtuales. Y de hecho, si agregamos a las ya mencionadas las ofrecidas desde tiempo atrás por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, tenemos un conjunto muy respetable, del que no hay muchos paralelos en otros países. Aun resta bastante por realizar y estaría bien pulir algunos detalles; pero cuando algo se hace bien, hay que reconocerlo así.

La expansión (y las posibilidades) de Google Maps en México

Sin hacer mucho ruido mediático, Google Maps ha continuado su expansión en el territorio mexicano.

Compárense estos dos mapas de disponibilidad (las partes en azul son la que ya han sido fotografiadas), pertenecientes a mediados de 2010 y 2011 . En el centro del país ya abarca no solamente ciudades medias, sino incluso numerosas poblaciones menores. En cuanto a la elección de lugares,   parece simplemente haberse seguido el trazado de las principales carreteras (lo cual explica, por ejemplo, que en Michoacán pueda «visitarse» virtualmente el centro de la población de Quiroga, pero no la muy interesante ciudad de Pátzcuaro).

Para el interesado en historia, arqueología y patrimonio, Google Maps está resultando un recurso cada vez más valioso. Véanse, por ejemplo, esta toma aérea de la llamada «pirámide del sol» en Teotihuacan

O, si se desea una perspectiva panorámica, que incluya el entorno, está fácilmente disponible en la aplicación paralela, Google Earth:

Después de ver estas fotografías, es posible que el lector se sienta motivado a visitar la zona arqueológica por sí mismo, pero ya no recuerde muy bien como llegar desde, por ejemplo,  San Angel, en la ciudad de México.  Muy simple: Google Maps sugiere un mapa del recorrido, en el que puede hacerse «zoom» para ver los detalles.

El punto delicado en esta travesía ha sido siempre en qué lugar abandonar la carretera federal México-Pachuca para tomar la México-Pirámides. No hay problema: es posible ver también ese punto exacto, a nivel de carretera, con Google Street View.

Hay otras posibilidades interesantes en Google Maps, que puede desarrolle en próximas notas.

La pinacoteca virtual de Google

Hace un par de años Google nos sorprendió al incluir un recorrido por los pasillos del Museo del Prado, con la opción de contemplar varias de sus obras con imágenes de alta resolución. Aunque desde luego estas imágenes no sustituyen a la experiencia de maravillarse personalmente con  la contemplación de estas obras, permiten un nivel de acercamiento que sería imposible tener de otra manera. El resultado es fascinante y a veces inquietante, porque es posible ahora ver las ligeras grietas del lienzo, o las vacilaciones imperceptibles que el maestro tuvo al plasmar algunos detalles.

El gigante de los buscadores ha extendido este proyecto a otros museos, en lo que ahora se denomina Google Art Project. Se trata de 17 instituciones de amplia fama y prestigio, entre ellas la National Gallery (Londres), la Galleria Degli Ufizzi (Florencia), el Rijksmuseum y el Museo Van Gogh (Amsterdam), el Metropolitan Museum of Art (Nueva York),  el Hermitage (San Petersburgo) y la Galería Tretyakov (Moscú). El sistema permite «recorrer» los pasillos de los  museos, ver el listado de obras, consultar todas las creaciones disponibles de un autor, leer algunas notas  didácticas (breves) e incluso «crear» una «colección particular» de imágenes. Algunas opciones y vínculos aun necesitan alguna revisión, pero hay que recordar que es una aplicación nueva.

Google parece haber actuado respetuosamente con los museos, dándoles libertad para escoger cuáles obras presentar en este proyecto. En varios casos, ha bloqueado en el recorrido «a nivel de pasillo» la visibilidad de algunos cuadros, a solicitud de las instituciones (básicamente, por razones de copyright). Es posible asimismo acceder a las imágenes desde las páginas web de cada museo.

Cabe esperar que otras instituciones se incorporen a esta iniciativa (o establezcan otras equivalentes). Además de los ya presentes, hay varios museos que realmente  querría visitar…aunque sea, por lo pronto, virtualmente.